Como había mencionado en el capítulo anterior, una de mis razones que me motivó a bautizarme fue para ser parte del grupo de alabanza, pues cantar y tocar era lo que me ha apasionado siempre, aunque lo de tocar en ese momento no se me daba, y creo que hasta la fecha no se me sigue dando muy bien, jeje...
Ojinaga Chihuahua es conocida como "la capital mundial de la música norteña", músicos hay donde sea, y mi mamá consciente de mi gusto por la música le decía a Arturo que me llevará con gente que pueda enseñarme algo más, tal ves tocar un instrumento o vocalizar mi voz.
Y si, recuerdo que me llevaba con sus amigos, donde yo sólo los veía tocar la guitarra mientras tomaban, al no gustarme ese ambiente me alejaba, lo que después se convertía en regaños por parte de Arturo, argumentando que debería de estar más al pendiente de como tocaban la guitarra, y que en cambio me iba por allí, que así nunca iba a aprender.
Un día en 6° de primaria nos llevaron a conocer las secundarias, para motivarnos a inscribirnos en una de ellas, una de aquellas secundarias fue la Técnica #20. Esa secundaria tenía un grupo formado por los alumnos llamado "Los Bronquitos".
Para no dar tantas explicaciones, ese día hicieron un llamado a los invitados de las primarias para cantar y pensé: "Este es mi momento de brillar! de hacerme conocer e implantar respeto hacia mi y frenar un poco el bullying que recibía"
Subí y cante una de las canciones que en aquella ocasión fue la favorita de todos en Monclova, "Enamorado De Un Fantasma del Grupo Liberación".
Pero... cual fue mi sorpresa al no recibir aplausos ni ovación. Pues en esta región esas canciones no pegan, aquí puras norteñas y cumbias.
Ya me di cuenta muy tarde, pero en ese momento no comprendía que había pasado.
Pero eso no me detuvo a nada, seguía motivado, activo y positivo.
Abraham (un vecino y sobrino de Arturo) al igual que Josué (hijo del pastor) ambos tocaban la batería en la Iglesia y un día les dije que yo quería aprender a tocar y que me enseñaran. Sin pensarlo me dijeron que si, pero... no se si me vieron muy verde, fuera de ritmo o de plano se desinteresaron y nos los culpo, pues reconozco que en ese tiempo me era muy difícil concentrarme, se enfocaron más en otro joven que si les llenaba más el ojo.
Yo seguí asistiendo a los ensayos del grupo de alabanza apoyando en los coros y esperando a que un día me dieran chance de subir, pero no, así dure poco más de un año asistiendo a los ensayos y nomás nada. Me cuestionaba a mi mismo pensando en que tal vez necesitaba ser "más espiritual" orar más, ayunar, leer la Biblia y no maldecir.
Tal vez sólo así Dios me conceda mi petición, pero veía y conocía dos que tres cosillas de unos integrantes del grupo y aún seguían tocando y así, haciéndome la típica pregunta de "¿porqué a ellos si y a mi no?"
¿porqué siguen tocando? ¿Por qué siguen cantando? ¿acaso Dios tiene favoritos?
Pero la Verdad era que yo no tenía el talento requerido para cantar.
Ya estando con los jóvenes de la Iglesia, me empecé a acomplejar al ver la diferencia económica entre ellos y yo. Solo los veía y escuchaba hablar de marcas de ropa y zapatos que usaban y estaban muy fuera del presupuesto económico que teníamos. No me veían con desdén aunque en algunas ocasiones si sentía su menosprecio cuando mencionaban en burla mi ropa de la pulga, y creo que si se notaba la diferencia de mis tenis rotos y ropa despintada ya que en algunas ocasiones los Pastores de la Iglesia Buenas Nuevas (donde me congregaba) me regalaban ropa y zapatos más decentes.
Ya estando en secundaria las cosas no cambiaron para mucho, no me enfocaba en las materias por estar pensando y sumergido en mi mundo interior, donde todo es perfecto, donde no hay bullying ni burlas,
De repente me percaté que había alumnos más acomplejados y frágiles que yo, ya que por lo menos me defendía de uno que otro insulto o agresión. Allí fue donde conocí a Francisco o como le decíamos "Kico" Al principio Comencé a ser yo el abusador con el Y con los que veía que se dejaban, la víctima se convirtió en victimario, pues me desahogaba e imprimía los traumas y abusos que llevaba cargando. Hasta que me empecé a reflejar en ellos y más en Kico. Los dos pasamos por situaciones similares en nuestra infancia.
Poco a poco nos íbamos haciendo amigos y más aún cuando coincidimos en la misma Iglesia.
Nos volvimos inseparables, uña y carne, lo arrastré a mi mundo y sueño de la música y eso es lo que hacíamos, escuchábamos y cantábamos música cristiana, nos consolábamos mutuamente cada que nos platicábamos nuestros problemas, nos apoyábamos incondicionalmente.
Casi junto con él llegó Adrián Mata. Más que un amigo se volvió mi hermano. Recuerdo que saliendo de secundaria agarrábamos el mismo camión y lo escuchaba a él y a su primo Santiago contando chistes y agarrando sus curas, me metía a su cotorreo y nos la volvimos puras risas.
Y así de repente, en las mañanas, pasaba Mata por mi para agarrar el camión juntos e ir a la Secundaria. Hasta que un mal día después de haber reprobado 2 años, me expulsaron de la secundaria debido a mi mal comportamiento y mi actitud de siempre retar a los maestros, pues no toleraba la autoridad hacía mi.
A diferencia de Kico, Mata no iba a la Iglesia, por mi parte lo invitaba a los cultos y eventos de jóvenes y debatíamos respecto a la existencia de Dios, hasta que un día me dijo que después de pensarla llego a la conclusión de que Dios no existe volviéndose ateo.
Sinceramente me dolió haber escuchado eso pues ya había tenido mis encuentros y experiencias con Dios y quería que Mata también sintiera lo que yo sentía cuando estaba en su presencia.
El primer gran encuentro que tuve fue en un campamento de Jóvenes, la palabra fue directa a mi vida, "Es Tiempo De Agarrar La Onda" por el evangelista Juan Pizarro. Dios me habló y sentí al Espíritu Santo en mi vida como nunca antes, me volví adicto a sentir su presencia en mi, lo buscaba de noche arrodillado en la cama o cuando escuchaba música en la cocina, la adoración y ministración eran mis momentos favoritos en los servicio de culto, pues me sentía seguro, que El estaba conmigo, y nada más importaba.
Yo era pura Alabanza y Adoración hasta que un día mi hermana Tirza me dijo: -También hay rap cristiano-.
No lo creí pues como los cristianos van a rapear, si en el rap hay drogas, sexo y delincuencia. -¿Que van a decir en sus canciones?- Pues cosas relacionadas con Dios, y me cayó el veinte de que en la música se expresa lo que sientes y vives.
Me mostró una canción de Marto llamada "Sobredosis" de allí la casa se volvió puro rap cristiano con Funky, Triple Seven, Manny Montes, Sammy y Redimi2.
Al escuchar esa letra tan directa, el ritmo y el flow que tenían me inspiró a hacer Rap para Cristo y hablarle a los demás jóvenes.
Esto es lo quería para mí, esto es lo que quiero hacer...
Continuará...
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