Estoy convencido de que no bastarán días, meses, años, no bastarán siglos para olvidar la chispa, el carisma y la gracia que irradiaba con su arte, su voz, su sonrisa y la alegría que impregnaba con cada paso de sus particulares bailes.
Abraham Lincoln dijo: “Puedes engañar a todo el mundo algún tiempo. Puedes engañar a algunos todo el tiempo. Pero no puedes engañar a todo el mundo todo el tiempo.” Y todo el mundo no puede estar equivocado, Johnny Ventura era querido y respetado por todos, porque mostró veracidad con su arte y con su vida, con sus canciones retrataba la cotidianidad y aunque en algunas de ellas estaban distanciadas de la fe, fue un ejemplo como ser humano, como padre, como amigo y como dominicano, mostrándonos que se puede ser fiel a un ideal y manejarse con altura, no importando cuán grandes sean los desafíos, como los que tuvo en su recorrido por el escabroso mundo de la política.
Recuerdo aquel día con entusiasmo, recibí una llamada de mi amigo Antonio González, productor musical, quien se encontraba en el estudio de grabación junto al destacado productor Rene Brea y me solicitaron escribir un rap que sería utilizado en la apertura de los Premios Soberano 2014 como un homenaje a su extensa y exitosa carrera artística, rápido dije, manos a la obra, tomé lápiz y papel, y cuando pregunté quien interpretaría ese rap, me informaron que lo haría nada mas y nada menos que el gran Johnny Ventura.
La emoción y el orgullo no me cabían en el pecho, ni siquiera recuerdo haberle contado a mi madre, fanática eterna de ‘’El Caballo’’ acerca de este gran reto, del cual guardo un grato recuerdo por haber recibido la grandiosa oportunidad de hacer que Johnny Ventura interpretase un rap escrito por este humilde servidor.
Hoy Johnny ya no está entre nosotros al menos físicamente, porque su arte y su voz nos acompañarán por siempre, sobre todo en la época de navidad, temporada que sería imposible de imaginar sin sus canciones, su ritmo y su creatividad. Me causa una profunda tristeza su partida, pero a la vez me embarga la esperanza y la alegría al saber que “El Caballo Mayor” entregó sus riendas al más grande Caballero de todos los tiempos Jesús de Nazareth.
Le recordaré con una sonrisa y con agradecimiento eterno por permitirme aportar una diminuta gota de agua en el vasto mar de sus creaciones, jamás olvidaré el día en que Johnny Ventura, apoyado en mi escritura, interpretó un rap.
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